Empecemos por la segunda parte de este título y vamos, como los médicos, directo a los síntomas. Áreas de mercadeo, de comunicaciones, marcas en general suelen experimentar dolores para los cuales la mejor cura podría hallarse en los servicios de una agencia de Inbound marketing.
Mi área, mi empresa en general, gasta un montón de recursos en producción de contenido para el sitio web de la marca, pero no tengo pistas ni datos sobre quienes me leen: no sé si son posibles clientes, lectores aficionados, empleados… En fin, no tengo herramientas para capturar su información.
Al contrario, mi empresa tiene una página web estática, con la información precisa sobre quiénes somos, nuestra historia y servicios. No cuenta con un blog en el que podamos publicar artículos sobre nuestro sector, que puedan atraer compradores o usuarios. Sin embargo, quiero lograr que ese canal sea útil y genere clientes.
Tengo una página web, una estrategia de email marketing, unos públicos muy bien definidos, pero no he logrado que los canales digitales funcionen para mover la caja registradora.
En mi empresa llevamos ya un buen tiempo gestionando contenido en redes sociales y creemos que los resultados son buenos: tenemos muchos seguidores activos que comentan permanentemente y comparten nuestro contenido, pero el jefe de área quiere recortar presupuesto porque las ventas no suben. O, mejor, porque no hemos encontrado el modo de saber cuántas y cuales provienen de esos canales sociales.
Ya dimos el salto digital, estamos convencidos del poder del canal para mejorar nuestros indicadores empresariales, pero no sabemos qué pasos dar ni en qué orden.
Nuestros productos son especializados en extremo y una de las barreras que ha encontrado nuestra fuerza de ventas es que nuestro público objetivo desconoce los usos y bondades de nuestro portafolio. Quisiéramos encontrar una manera eficiente de educar para optimizar las ventas.
Nuestra marca tiene clara la meta de aumentar las ventas a través de los canales digitales y estamos haciendo bien la tarea: actualizamos contenidos en la web, los promovemos en redes sociales, contamos con formularios para capturar datos… Pero no sabemos qué hacer con esos datos ni cómo implementar procesos de seguimiento a la evolución de los usuarios que nos entregan información para convertirlos en clientes.
Podríamos seguir la consulta de síntomas. Sin embargo, si sentiste que interpretamos tu dolor en al menos uno de ellos, implementar la metodología de Inbound Marketing en tu empresa podría mover la aguja en favor de los resultados.
Lo primero, el logaritmo de pasos a seguir, según el momento que vive tu empresa y sus dolores concretos.
Sin embargo un modelo estandarizable pasa por pedir (y brindar) acompañamiento en:
Perfilación de tipos de clientes (buyer persona)
Enfoque de posicionamiento en motores de búsqueda: ¿cómo quiero que mi marca sea encontrada en Google?
Planeación de contenidos enfocados en la conversión
Diseño y montaje de los embudos de conversión, a través de páginas de aterrizaje, llamados a la acción y formularios inteligentes.
Estrategia de email marketing encaminada al seguimiento de contactos y su transformación a lo largo de su tránsito por la cadena de conversión: visitantes a suscriptores a prospectos a clientes.