Soplan nuevos vientos en el marketing digital que nos obligan a desbaratar conceptos que ya habíamos aprendido y dominábamos, como el del famoso embudo de conversión. Conoce más sobre este tema en el siguiente video.
En la era de los bots y de los chats, en el imperio de los sistemas de mensajería instantánea que convierten los entornos digitales en zonas de conversación (incluida la página web de tu empresa), cada vez se hace más difícil que la pirámide invertida del embudo de conversión arroje resultados satisfactorios.
Las chispas que hoy están detonando la llegada de visitantes a los sitios web de las marcas y su conversión en prospectos y luego en clientes son las voces de aquellos que han vivido buenas experiencias de servicio.
Es así como lo que se plantea es un círculo virtuoso que gira sin la fricción de la desconfianza. El cliente que se deleita genera entre sus conocidos nuevos prospectos que luego se convierten en clientes felices y que producen una vez más leads mejor calificados que compran y después promueven su experiencia en un proceso cíclico que no debe terminar.
¿Va quedando claro? Tal vez lo explicamos mejor en el video al inicio del artículo.
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