Imagina dos situaciones. La primera: cuentas con una página web que se actualiza sólo cuando hay que colgar nuevos comunicados de prensa o hay renovación en los productos de la compañía. La segunda: tu página web tiene contenidos frescos y llamativos sobre lo que tu empresa hace, sus redes sociales son novedosas y visitadas, pero más allá de interactuar cuando es necesario, tus contenidos quedan ahí “aparcados”.
Ya sea que no sepas qué hacer con esa falta de visitantes, o con las personas interesadas que sí siguen y están pendientes de tu actividad, es hora de capitalizar tu negocio y su presencia web de forma sencilla: hablando y publicando constantemente, no solo sobre tu empresa, sino del conocimiento que de ella se deriva. Las palabras clave son dos: Inbound marketing.
Empecemos por el principio:
Desde 2006 esta metodología se ha convertido en la mejor forma de enfocar los negocios online. En vez de seguir en la línea outbound (es decir, hacia fuera) de comprar avisos publicitarios o bases de datos para hacer mercadeo por correo electrónico y rezar para que los interesados se pongan en contacto con la empresa, inbound (es decir, hacia dentro) se enfoca en crear contenido de calidad que interese a las personas para que ellos mismos descubran tu compañía y sus productos.
Porque se trata de atraer posibles clientes a tu marca, en vez de orientar los esfuerzos de mercadeo para pelear por la atención de estos en todos los canales tradicionales.
Al compartir tu conocimiento con el mundo, estás comunicando también contenido específico diseñado para cautivar a tus clientes soñados. Esto teniendo en cuenta que el 80% de los tomadores de decisiones de compra prefieren adquirir información sobre las compañías a través de artículos en lugar de publicidad.
Por eso, Inbound marketing se convierte en el mejor “vendedor” de la compañía, uno que está disponible las 24 horas y los siete días de la semana.
Supongamos que tu empresa está en el negocio de vender carros. Y el contenido de su página web tiene las últimas novedades, los patrocinios a deportistas, los vehículos más vendidos del año.
Ahora supón que yo soy un usuario con un carro que ya tiene varios años y que presenta problemas y por eso digito en Google: “Mi bujía se dañó”. ¿Crees que tu compañía no tiene por qué tener la respuesta? ¡Error! ¡Sí que hay razones para que cuentes con ese contenido!
Al crear contenido específico que responda a las preguntas y dudas de los prospectos, los estás preparando para que se conviertan en clientes. Si siempre encuentran soluciones a sus problemas actuales, ellos te tendrán en mente a la hora de tomar una decisión de compra. Es decir, el primer paso es pensar en una estrategia de contenido en la que se creen artículos sobre temas en los que su compañía sea experta y abrir un blog en el que de forma constante se esté publicando.
Con este ejemplo en mente, las búsquedas sobre reparaciones de bujías nunca terminarán. Así que los clientes potenciales están servidos: estos comienzan como extraños, se convierten en visitantes, luego son contactos y posteriormente se transforman en clientes.
Acciones específicas de mercadeo constante basadas en el contenido generado en el blog de tu empresa son las que permiten convertir a esos extraños en promotores.
Por eso cada visita a un post debe ser la oportunidad perfecta de atraerlos y no permitir que se vayan de la página web. ¿Cómo? Ofreciéndoles siempre más conocimiento y contenido exclusivo que solo conseguirán si siguen visitando el blog.
Si se concibe el contenido que va a generar específicamente para las necesidades y resolución de problemas de las personas que lo visitan, aprenderás más de ellos para seguir haciendo el contenido más enfocado en sus visitantes y esto solo se logra, si primero conoces qué tipos de clientes tienes y cuáles quieres atraer.
El mercadeo inbound funciona mejor cuando se aplica en varios canales porque quiere encontrar a los clientes donde ellos están y dónde se les facilita integrarse contigo.
La creación de contenido, la publicación de mensajes adaptados a cada canal y las herramientas analíticas de tráfico, trabajan al unísono para permitir que te enfoques en el contenido adecuado para publicarlo en el momento y lugar indicados. Pero ten esto en cuenta: siempre enfocado en los tipos de clientes que tienes y de los que quieres atraer.